En el principio de la evolución humana,
los conocimientos estuvieron basados en experiencias personales, trasmitidos de
una generación a otra, cuyo objetivo era resolver problemas
cotidianos.
A los conocimientos, basados en la
experiencia, se les llama empíricos y ayudaron al hombre, por ejemplo, a
utilizar el fuego, a identificar vegetales comestibles e, inclusive, a cruzar y
mejorar algunas especies vegetales.
Las manifestaciones de la naturaleza –como trueno, relámpago y terremotos–,
causaron miedo e inquietudes en el hombre quien, para explicarlos, ideó seres
sobrenaturales a los que rendía culto. Así, mediante la magia y la religión,
supuso controlar los fenómenos naturales.
Actualmente, los conocimientos
empíricos han sido invalidados por la ciencia, la cual explica en forma lógica y
razonada a los fenómenos, pese a ello algunos han servido como base a
conocimientos científicos.
El hombre, por falta de conocimientos,
en ocasiones interpretaba de forma equivocada lo que observaba. Por ejemplo, Hipócrates y Galeno, médicos griegos de la antigüedad, aseguraban
que las enfermedades eran causadas por vapores venenosos originados por el
movimiento astral. En su época, la idea de que hubiera organismos vivos
invisibles al ojo humano –bacterias y virus–, que provocaran la muerte de
hombres y animales, era contraria al sentido común.
Cuando el hombre perfeccionó los
métodos de observación y experimentación y tuvo la información suficiente para
controlar sus experimentos, surgió el conocimiento científico y, con él,
la ciencia biológica.
La biología marina es una rama de la Biología que se ocupa del estudio de los
seres vivos que habitan el medio marino.La vida en el mar ha sido siempre objeto de estudio e interés a través de cientos de años y su estudio nos lleva a entender el mundo en que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario